Análisis y Verdad

Análisis y verdad[1]

John Langshaw Austin

El problema de la verdad, trae consigo múltiples matizaciones a la hora de intentar hacer una aproximación, “la investigación acerca de la verdad constituye, sin duda, una cuestión medular en este proceso de sustantivación temática del lenguaje como objeto de la investigación filosófica”.

Austin intenta demostrar frente al problema planteado del lenguaje y el mundo, que esté planteamiento lejos de resolvernos el problema, de lo que es verdadero o falso, simplemente no basta, pues de suyo el lenguaje no es siempre enunciados, si no que hay una gama de expresiones que no se adecuan simplemente al planteamiento, si no que lo rebasan, “Las teorías coherentistas y pragmatistas --indica Austin-- han fracasado precisamente en apreciar "el punto trillado, pero central, de que la verdad es un asunto de la relación entre palabras y mundo”

Nunca las palabras están sueltas, como en el aire. Ya que como producto de nuestro pensamiento encierran sentimientos o producen los mismos, describen hechos o suscitan hechos, es decir las palabras no se las puede mirar como simples enunciados, que sometidos o no, a la verificación se los pueda encasillar como verdaderos o falsos.

No basta con mirar su verificabilidad, para poder enmarcar de verdadero o falso a un enunciado; pues el lenguaje del hombre está sometido a la dinámica del acto, en cuanto a que es resultado de las facultades de la persona, y que son generados por estados de ánimo o por situaciones contingentes que conllevan un grado de verdad en cuanto son producto en el hombre de un acto; ya sea del intelecto, como el conocimiento, o que han sido generados por un acto externo de otra persona en una cierta acción práctica. Pues estas palabras también pueden suscitar en quien las reciben actos, que de suyo serán verdaderos aunque no puedan ser sometidos a los análisis de “verdadero” o“falso”, pero que son verdaderos en cuanto remiten a un acto y ese acto es real(Verdadero).

Para aclarar esto mostraremos dos casos en cuanto las palabras generan realidades que de suyo son verdaderas, pero que no son posibles, bajo un rigor exacto alcanzar su verificación inmediata.
En primer lugar; muchas palabras son acto en cuanto a la persona que las dice, por ejemplo, expresiones como “te amaré para toda la vida”, son imposibles de alcanzar su verificación en cuanto a que no se las puede someter a la observación inmediata y objetiva, pero que encierran un grado de verdad, ya que quien la emite, pone su voluntad encaminada a cumplir ese compromiso, pese a que se pueda llegar a cumplir o no. Más sin embargo cuando es expresado contrae por el deseo al que se tiende, cierta intención de hacerlo así, uniendo su voluntad y razón a la ejecución de alcanzar lo deseado. Y en eso las palabras generan un acto no solo porque son la expresión de la razón en cuanto conscientes de lo que ellas encierran, sino porque son movidas por una realidad en cuanto compromiso.

Así mismo se dan palabras que suscitan en el que las recibe un acto: en el ritual de ordenación sacerdotal de la Iglesia Católica, la imposición de manos y la oración consecratoria son el centro dela Ordenación Presbiteral. El Obispo por medio de las palabras: “ …Te pedimos, Padre todopoderoso, que confieras a este siervo tuyo la dignidad del Presbiterado, renueva en su corazón el espíritu de santidad, reciba de ti el segundo grado del ministerio sacerdotal y sea, con su conducta, ejemplo de vida.”

Por lo cual el Diácono recibe por medio del sacramento del Orden un nuevo carácter ontológico. Cambiando radicalmente su existencia para siempre, ya que una vez recibido válida y lícitamente, no le puede ser quitada. Por lo cual estas palabras, acompañadas de gestos, imprimen en quien las recibe un acto diferente y tan radical como este, pero que en sí no puede ser comprobado, pues carece de toda opción de análisis de verificabilidad, de “verdadero” o “falso”; pero no por ello deja de ser verdadero en cuanto que, quien lo recibe sabe, y la comunidad que lo acompaña, tienen certeza de que así es.



[1] Nubiola, Jaime, "J.L. Austin: Análisis y verdad", publicado en Anuario Filosófico, X/2 (1977), pp. 211-224

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